sábado, 22 de noviembre de 2008

Aamon

"Amon, o Aamon, es un gran y poderoso marqués, y viene del mas allá como si fuera un lobo que tiene cola de serpientes y escupe llamas ardientes. Cuando tiene forma humana le salen dientes de perro y una gran cabeza parecida a la de un halcón nocturno. Él es el príncipe más poderoso y entiende todas las cosas que fueron y las que están por venir, procura favor y reconciliación tanto a amigos como a enemigos y dirige 40 legiones de demonios"


"Pseudomonarchia daemonum" por Johann Wie, 1583.


En demonología, Aamon es uno de los ayudantes de Astaroth y uno de los tres demonios al servicio de Satanachia. Conoce el pasado y el futuro, otorgando ese conocimiento a aquellos que han pactado con Satán. De acuerdo con algunos autores, tiene cuarenta legiones de demonios bajo su mando, ostentando el título de "príncipe".

No hay acuerdo en cuanto a su representación, apareciendo a veces como un hombre con cabeza de búho, y otras como un hombre con cabeza de lobo y cola de serpiente. Los demonólogos han asociado su nombre con el dios egipcio Amun o con el dios Ba'al Hammon de los cartagineses; también conocido como nahum, su nombre significa "Aquél que induce a la avaricia".

2 comentarios:

VINICIO SANTOS dijo...

Solicito a mi encarnacion divina de la deidad pagana más importante del abadón que no sea el Dios ruso de la creacion de los demonios del abadón ni del ídolo ruso que encarno para mi encarnacion divina de Dios Espíritu Santo de Hosías (el Cristo fariseo castigado por los satánicos blasfemos a Luzbel). Tal encarnacion pagana deberá sellar a mi encarnacion divina de tal Dios espíritu Santo de Hosías para no ser removida por Yavé cristiano de la biblia de la iglesia católica ortodoxa rusa.

VINICIO SANTOS dijo...

Solicito a mi defensa de la secta satánica de Luzbel a mi favor porque mis blasfemos de la secta satánica de mi colonia que me odian con odiar a Luzbel en mi cuerpo como encarnacion demoníaca es de que desean exterminarme porque el Diablo me perdonó de la calumnia de cínico que tenía el tono de prevaricador y de hostigador sexual por mis calumniadores a quienes el Diablo amaba por lisonjeros hasta que el Diablo me agotó los chismes de la gente, por la cual, me odiaba. Si el Diablo me sigue odiando por la apología sexual, entonces irremediablemente voy a morir.