Baal, también conocido como Beel y Bel: divinidad (probablemente el sol) de varios pueblos situados en Asia Menor y su influencia: fenicios, caldeos, babilonios, sidonios e israelitas. Tiene el poder de hacer invisible a quienes lo convocan y puede volver a un hombre en un sabio.
Baalcefón, también conocido como Baalzephon, Balcefón y Baal-Sefón: divinidad de origen egipcio. Capitán de las guardias y centinelas del infierno; a posteriori se encargó de la fidelidad de los esclavos.
Baco, también conocido como Iacco: su nombre procede del término indoeuropeo que originó al sánscrito baksha (‘devorar’); del griego bakchos, por ser el símbolo del fuego que devora los sacrificios. Es el dios grecorromano de la vid y el vino, identificado con Dionysos, y que presidía sobre todos los árboles frutales. En Demonología figura como príncipe de los sátiros y los silenos; es alegre y gozador y cuando asume el aspecto humano, uno de sus pies presenta algún defecto, y su pene es sobredimensionado. Suele presidir el Sabbath.
Bacon: se le conoce como el demonio de los celos; de mal natural y carácter resentido, es el que siembra la discordia entre amantes.
Bahaman: demonio que apacigua la cólera.
Baltazo: demonio íncubo de gran seducción, sólo se sabe de él que posee a las mujeres para tener relaciones sexuales, pues no se le conoce otra ocupación.
Bafomet (también conocido como Baphomet, Bafometo y Baffometo): su nombre procede de la fusión de dos términos griegos cuyo significado aproximado es el de ‘bautismo de sabiduría’.
Barbatos: uno de los tres demonios ayudantes de Astaroth. Es el conde-duque del infierno.
Barbelo: demonia de gran poderío, aunque de características desconocidas.
Barbudo, también conocido como Barqu y Barbu: demonio poseedor del secreto de la piedra filosofal, que se aparece bajo la forma humana, con la cara cubierta por una blanca y descomunal barba.
Barkai: demonio de jerarquía menor; conoce los secretos de los astros: fue el maestro de los astrólogos.
Barón: su nombre deriva del celta baran o barwn, ‘Señor’). Es un demonio al que se le ofrendaban las manos y los corazones de los niños sacrificados. Gilles de Rais era un adepto al demonio, del que obtendría la receta para la Piedra Filosofal.
Barrabam, también conocido como Barrabás: demonio de categoría que era frecuente grabar su nombre en anillos mágicos y amuletos.
Batscumbasa, también conocido como Batscun Bassa y Batscum-Pacha: demonio turco que se invoca para atraer el buen tiempo o las lluvias; le gusta mucho el pan, que no consigue en el infierno, por lo que hay que ofrecerle buenas cantidades para atraerse su voluntad.
Bayemón: rey en Occidente, cuyo nombre aparece en ciertos grimorios; tiene poder sobre Passiel y Rosus.
Bebal, también conocido como Babeal y Babael: demonio que ostenta el grado de príncipe, y se desempeña como el guardián de las tumbas.
Bechard: señor de los vientos y las tempestades; produce la caída del granizo, la lluvia y difumina los truenos, por el poder de un maleficio que contiene sapos machacados entre otros elementos.
Bechet: demonio del viernes, cuya predilección son las nueces; es un espíritu nocturno.
Behemot: demonio de la mitología hebrea, enemigo de Leviatán que se enfrentaron al principio de los tiempos y han de ser destruidos por Dios antes de que acaben con su Creación. También se dice que batallarán el día del Juicio Final.
Bel: divinidad suprema de la teogonía caldeo-babilónica, transformado en un demonio cuya voz tiene un sonido retumbante muy particular.
Belcebú ‘señor de las moscas’ (Beelzebub, Ba'al Zebûb y Baal Zabut: en la mitología hebrea se empleó para designar a Satán o a algún demonio menor, de acuerdo a la costumbre de representar como malignas a las deidades ajenas (el dios creador Baal, en este caso).
Belial (Belhor, Baalial, Beliar, Beliall, Beliel): demonio que estaba constantemente al acecho para apoderarse de las almas de los que practicaban una sexualidad libre.
Belias: demonio de gran poderío, es el príncipe de las virtudes.
Belphegor: demonio que ayuda a la gente a hacer descubrimientos, principalmente en el campo de la ciencia. Es difícil de convocar debido a que su ofrenda de sacrificio es excremento.
Beng, también conocido como Bheng: su nombre deriva del término indoeuropeo que originó al sánscrito bheka, ‘rana’. Es el demonio de los gitanos, cuyos adeptos son adoradores de las serpientes, teniendo, en general, gran respeto por los reptiles.
Bentameleón: diablo posesivo, aunque dócil y educado, que llegó a pedir permiso y ofrecerse para entrar en un cuerpo.
Bohinum: su nombre deriva del hebreo bohu, ‘desolación’. En la mitología hebrea es el demonio del mal. También se conoce así a un ídolo armenio del metal negro, símbolo de la noche.
Braathwaate: demonio de la ignorancia.
Brifault, también conocido como Brifot, Briffaut y Biffant: demonio de gran poderío, que suele ser partícipe en actos de posesión; poco conocido, no obstante, jefe de legión.
Brulefer: demonio al que se invoca cuando se quiere inspirar amor, garantiza el hecho de cualquier aventura erótica.
Bucón: demonio del odio, de la peor especie, citado en las Clavículas de Salomón.
Budú, también conocido como Vudú, Vodú y Voodoo: dios africano de la hechicería; ídolo de la isla de Ceilán, representado bajo la forma de un gigante. Enseñó el arte de su mismo nombre a los grandes hechiceros de las tribus de Ceilán.
Baalcefón, también conocido como Baalzephon, Balcefón y Baal-Sefón: divinidad de origen egipcio. Capitán de las guardias y centinelas del infierno; a posteriori se encargó de la fidelidad de los esclavos.
Baco, también conocido como Iacco: su nombre procede del término indoeuropeo que originó al sánscrito baksha (‘devorar’); del griego bakchos, por ser el símbolo del fuego que devora los sacrificios. Es el dios grecorromano de la vid y el vino, identificado con Dionysos, y que presidía sobre todos los árboles frutales. En Demonología figura como príncipe de los sátiros y los silenos; es alegre y gozador y cuando asume el aspecto humano, uno de sus pies presenta algún defecto, y su pene es sobredimensionado. Suele presidir el Sabbath.
Bacon: se le conoce como el demonio de los celos; de mal natural y carácter resentido, es el que siembra la discordia entre amantes.
Bahaman: demonio que apacigua la cólera.
Baltazo: demonio íncubo de gran seducción, sólo se sabe de él que posee a las mujeres para tener relaciones sexuales, pues no se le conoce otra ocupación.
Bafomet (también conocido como Baphomet, Bafometo y Baffometo): su nombre procede de la fusión de dos términos griegos cuyo significado aproximado es el de ‘bautismo de sabiduría’.
Barbatos: uno de los tres demonios ayudantes de Astaroth. Es el conde-duque del infierno.
Barbelo: demonia de gran poderío, aunque de características desconocidas.
Barbudo, también conocido como Barqu y Barbu: demonio poseedor del secreto de la piedra filosofal, que se aparece bajo la forma humana, con la cara cubierta por una blanca y descomunal barba.
Barkai: demonio de jerarquía menor; conoce los secretos de los astros: fue el maestro de los astrólogos.
Barón: su nombre deriva del celta baran o barwn, ‘Señor’). Es un demonio al que se le ofrendaban las manos y los corazones de los niños sacrificados. Gilles de Rais era un adepto al demonio, del que obtendría la receta para la Piedra Filosofal.
Barrabam, también conocido como Barrabás: demonio de categoría que era frecuente grabar su nombre en anillos mágicos y amuletos.
Batscumbasa, también conocido como Batscun Bassa y Batscum-Pacha: demonio turco que se invoca para atraer el buen tiempo o las lluvias; le gusta mucho el pan, que no consigue en el infierno, por lo que hay que ofrecerle buenas cantidades para atraerse su voluntad.
Bayemón: rey en Occidente, cuyo nombre aparece en ciertos grimorios; tiene poder sobre Passiel y Rosus.
Bebal, también conocido como Babeal y Babael: demonio que ostenta el grado de príncipe, y se desempeña como el guardián de las tumbas.
Bechard: señor de los vientos y las tempestades; produce la caída del granizo, la lluvia y difumina los truenos, por el poder de un maleficio que contiene sapos machacados entre otros elementos.
Bechet: demonio del viernes, cuya predilección son las nueces; es un espíritu nocturno.
Behemot: demonio de la mitología hebrea, enemigo de Leviatán que se enfrentaron al principio de los tiempos y han de ser destruidos por Dios antes de que acaben con su Creación. También se dice que batallarán el día del Juicio Final.
Bel: divinidad suprema de la teogonía caldeo-babilónica, transformado en un demonio cuya voz tiene un sonido retumbante muy particular.
Belcebú ‘señor de las moscas’ (Beelzebub, Ba'al Zebûb y Baal Zabut: en la mitología hebrea se empleó para designar a Satán o a algún demonio menor, de acuerdo a la costumbre de representar como malignas a las deidades ajenas (el dios creador Baal, en este caso).
Belial (Belhor, Baalial, Beliar, Beliall, Beliel): demonio que estaba constantemente al acecho para apoderarse de las almas de los que practicaban una sexualidad libre.
Belias: demonio de gran poderío, es el príncipe de las virtudes.
Belphegor: demonio que ayuda a la gente a hacer descubrimientos, principalmente en el campo de la ciencia. Es difícil de convocar debido a que su ofrenda de sacrificio es excremento.
Beng, también conocido como Bheng: su nombre deriva del término indoeuropeo que originó al sánscrito bheka, ‘rana’. Es el demonio de los gitanos, cuyos adeptos son adoradores de las serpientes, teniendo, en general, gran respeto por los reptiles.
Bentameleón: diablo posesivo, aunque dócil y educado, que llegó a pedir permiso y ofrecerse para entrar en un cuerpo.
Bohinum: su nombre deriva del hebreo bohu, ‘desolación’. En la mitología hebrea es el demonio del mal. También se conoce así a un ídolo armenio del metal negro, símbolo de la noche.
Braathwaate: demonio de la ignorancia.
Brifault, también conocido como Brifot, Briffaut y Biffant: demonio de gran poderío, que suele ser partícipe en actos de posesión; poco conocido, no obstante, jefe de legión.
Brulefer: demonio al que se invoca cuando se quiere inspirar amor, garantiza el hecho de cualquier aventura erótica.
Bucón: demonio del odio, de la peor especie, citado en las Clavículas de Salomón.
Budú, también conocido como Vudú, Vodú y Voodoo: dios africano de la hechicería; ídolo de la isla de Ceilán, representado bajo la forma de un gigante. Enseñó el arte de su mismo nombre a los grandes hechiceros de las tribus de Ceilán.